Una libélula puede vivir más de un año, pero de ese tiempo vive muy poco como libélula adulta. El ciclo de vida de esta criatura tiene tres etapas, el huevo, la ninfa y la libélula adulta. La mayor parte de este ciclo transcurre en la etapa de ninfa, cuando aun no se ve, a menos que estés nadando bajo el agua en un lago o estanque con los ojos abiertos.
Un macho y una hembra se aparean mientras están volando en el aire. Después de este acto, la libélula hembra pone sus huevos en una planta en el agua, o si no puede encontrar la planta adecuada, simplemente los suelta en el agua.
La etapa de la ninfa
Una vez que los huevos eclosionan, comienza el ciclo de vida de una libélula como ninfa. Una ninfa se parece a una pequeña criatura alienígena. Sus alas no han crecido todavía y en su espalda tiene lo que parece ser una joroba colgando. Las ninfas viven en el agua mientras crecen y se desarrollan para convertirse en libélulas. Esta parte del ciclo de vida puede tardar hasta cuatro años en completarse y si se completa al inicio del invierno, se mantendrán en el agua hasta la primavera cuando el clima sea lo suficientemente caliente como para salir.
Las ninfas viven en estanques o zonas pantanosas, donde las aguas son más tranquilas que en un arroyo o río. A veces también se pueden encontrar en los remansos de los ríos más tranquilos. Ellas se alimentan de ninfas más pequeñas a medida que se desarrollan.
La etapa adulta como libélula
Una vez que la ninfa se ha desarrollado totalmente y el clima es el adecuado, se completa la metamorfosis en una libélula que se arrastra fuera del agua en el tallo de una planta. La piel que la ninfa ha dejado atrás se llama exuvia y se puede encontrar pegada al tallo por un largo tiempo después que la libélula lo ha dejado.
Una vez que la libélula deja la exuvia atrás, ya es adulta. Enseguida comienza a cazar para alimentarse y a buscar un compañero. Cuando por fin lo encuentra, la hembra busca un lugar de aguas tranquilas para poner sus huevos y así comienza todo de nuevo. Las libélulas adultas sólo viven aproximadamente dos meses.